¡Lubrico demasiado y no siento la penetración!
Al parecer aquella frase que reza que los extremos nunca son buenos es más que cierta. Y es que cuando de lubricación vaginal se trata nada mejor que un punto medio. Su ausencia hace que la penetración sea molesta y dolorosa y su exceso que no sintamos el pene de nuestra pareja durante la penetración con tanta intensidad.
Las mujeres debemos la lubricación vaginal al funcionamiento de las glándulas de Bartholino, que se encuentran en los laterales de nuestra vagina. Éste líquido viscoso ayuda a que la penetración sea más suave y mucho más placentera y su cantidad resulta completamente variable, y es que la lubricación depende no sólo del nivel de excitación, sino también del momento del ciclo menstrual en el que nos encontremos, la postura que estamos experimentando durante el acto sexual, los juegos previos y nuestra disposición al sexo en ese momento.
Todos los excesos son negativos
Lubricar por supuesto que no solo es natural, sino que es completamente positivo, pero cuando se presenta de manera excesiva puede hacer que la penetración no sea tan placentera disminuyendo la intensidad de las sensaciones. En este punto es que muchas mujeres se alarman por la condición.
Cuando es algo ocasional, el exceso de lubricación puede deberse a tu ciclo menstrual o a una infección, pero si se presenta como algo constante y sobre todo afecta tu disfrute sexual, es recomendable visitar a tu ginecólogo para una revisión completa, de esta forma se podrá determinar la causa exacta del exceso de fluidos y su posible tratamiento.
Lubricar durante el sexo es normal
Lubricar durante el sexo es normal y saludable, por ello si ambos la pasan bien, si la penetración te resulta placentera, entonces no debes preocuparte por esta condición, dedícate a disfrutar del sexo junto a tu pareja y a vivir a plenitud cada orgasmo.